Respiramos
un poco de viento,
usualmente una dosis de un
aire difuso y sin fuerzas.
Un respirar vulnerado en la
inerme pared de los seres y
cosas.
Porque quién sino nadie
recuerda que todo respiro va
unido a una rágafa rauda que
irá a desafiar la tormenta,
el tifón del silencio que en
toda la vida ya se ha respirado,
y que en un solo aliento
retorna al final de las
conchas del alma.
He descubierto en varios poemas tuyos un interés por la trayectoria de la vida, con una mirada cósmica que te la hace ver como un instante y tomando distancia, desde fuera y desde arriba. Me lleva obligadamente a pensar en la relatividad del tiempo y la distancia. La vida como una exhalación.
ResponderEliminarLo que dije recién está bien encaminado ¿o le hace honor al nombre de tu sitio?
ResponderEliminarEs mi prerrogativa y la tuya. Tú en decir y yo en percibir. Aún cuando fuera pareidolia, debe haber un lazo invisible, alguna sintonía que me libre del divagar sin sentido...
Saludos.
Quisiera mostrarte las “Nupcias del Tiempo”; contiene mis primeros versos, y contiene exactamente tus palabras. Tienes mucha percepción humana… y desde luego también literaria. Un saludo cordial y un abrazo.
ResponderEliminarGracias por responder. ¡Me encantan los diálogos o más bien las "tertulias" literarias...!
ResponderEliminarPerdón, pero hice click muy rápido y quería decirte que me encantaría leer esas “Nupcias del Tiempo” ¿No las tienes publicadas en algún sitio? No quiero darte trabajo extra, pero esperaré respuesta y te volveré a cobrar la palabra...Gracias.
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