miércoles, 30 de noviembre de 2011

CONVULSIÓN CARMESÍ


Carne de dioses

Tú y yo
Porque nos devoramos
Usando el amor
Como inhiestos cuchillos
Ávidas hienas
Que apresan mortal
La hilarante penumbra
Convulsión carmesí
Casi humana
O insolente gacela
Hacinada al ensueño  

jueves, 3 de noviembre de 2011

CONSERVACIÓN



Hablemos de fuerza
De toda esta fuerza que no puedo más que entregarme a su instinto
Transformación obligada dirían los sectarios
Nadie inventa estas hordas nihilistas y no obstante duelen en mí como un yo abandonado
Nadie es entonces mi nombre en homónimos héroes que no llegan nunca
Que no callan siempre a la sórdida empresa de arrear las palabras
Duele esta Itaca interior como duele fingir que he llegado y que un Ella me espera
Toda esta energía no se crea
Toda esta energía no destruye el haber dicho nada intentando decirlo
«Qué quisiste decir cuerpo mío amortajado»
Habla o comprende que incluso el silencio es un muerto que entierra a sus
muertos
Si es que existió otro universo fue previo a un bautista y fue en tiempos sin nombres
Yo no soy mientras tanto
Yo no fui esa silueta que espía en la ceniza el volver de las aves
Que otros pájaros trinen la estrella
Que otro cielo devore estas últimas tardes del átomo inmóvil
Que la arena una vez tamizada la luz dé a los césares muertos de amor lo que al mar sea devuelto una vez que las tumbas vomiten la noche