jueves, 30 de septiembre de 2010

Sin... Pecado


Esta manzana es mi boca,
ahora escribo «pecado» y los dioses o el
único Dios son tu cuerpo absoluto.
¿Qué mujer no es el grito de orgasmos que
sueñan sus Evas?
¿Qué mujer no atormenta el Adán que
atormenta su vientre?
Desde aquí te contemplo como una manzana en
un árbol de lunas.
Muéreme entonces,
deja que muera en tu muerte amorosa y
comprenda que es bien el pecar y es impuro el quedarnos.
Muérdeme tú tras morder la manzana y
conviérteme en ti cuando en mí se despierte
el vampiro del hombre.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Exequias para una hechicera


Ay, Alejandra, es muy probable que duermas,
que tu mirada contemple por fin la amorosa cascada.
Tú más que nadie mereces el sueño,
de ti son las rusias detrás de las lunas.
Nada le debes al ángel que cela tus ojos,
antes de ti las palabras dolían,
luego tú fuiste el alivio, la novia, el espanto,
la calavera del frío,
la piel del horror hilvanada a la noche.
No abandonaste a su suerte los pájaros muertos,
entre sus plumas vertiste una fuente y un par de destinos.
Tú la hechicera, la maga, la orfebre del miedo;
entro flotando a tu sueño en la persa pasión de estas
últimas sombras,
debo ofrendarle a la niebla mis ojos y entrar invisible al jardín
donde duermen tus manos,
cuántos pájaros trinan la ausencia que observas,
tus ojos que tanto dijeron en pocas, tan pocas auroras.
Me acerco a tu niña rodeada de monstruos,
pero no tienes miedo, no más, no tú, corazón,
ilegítima vena de azahares castizos,
no tú que desposas las tumbas,
no tú que estremeces la paz de las horas ruidosas,
no tú que has escrito a la muerte su propio epitafio.
Ay, Alejandra, nunca tus ojos dijeron sollozos,
nunca tus labios miraron los besos,
Oh, abandonada, has logrado vencer la invencible penumbra.
¿Cuántas palabras lloraron por ti lo que en ti fue la lluvia y en ellas
tu sangre?
Vaso de amor o de luz eclipsada,
copo de nieve o nevada memoria,
la poesía te devela mas no te descifra.
De tus dibujos nacieron las alas que hoy surcan suspiros,
siguen doliendo las horas oscuras.
Tú no escapaste,
únicamente tatuaste a la muerte un lunar con tu nombre.
Ya no eres más la extranjera, eres la niña que pinta en tus labios
los besos que el mundo te arroja.



miércoles, 22 de septiembre de 2010

EMMA


Emma ha llegado sin fuerza a su cita del mundo,
sus alas cansadas, sus letras ya casi invisibles,
y es que es tan dura la tarde y sus senos tan suaves
que duele salir de su láctico ocaso.
Muerdo sus perlas usando mis labios,
no capitulo, no ofrezco pelea ante lo justo
y es justo perder cuando gano sembrar luz de luna en
sus óvulos negros.
Emma pregunta qué escribo y escribo en su piel la
respuesta con puntas de espinas bañadas en
llanto de arsénicas nubes.
En su garganta ha quedado el sabor de unas notas de piano,
en su cintura epitafios flores.
La entregaría a las palabras según las usanzas,
pero es dura la tarde y sus senos tan dulces como agua de río.
Emma quiere, suplica un corcel que la lleve al recuerdo,
Cuán lejos está del veneno,
es inicuo negarle a su aliento el placer de unas alas.
Emma abre sus ojos y pinta de tiempo las horas en blanco,
Emma abre mis manos y en ellas desposa el vitral con
sus cielos quebrados.
Llevo a mis labios sus alas, sus pétalos blancos, su nombre,
sus senos tan dulces,
la carta con fecha de 1860 firmada por Emma y que beso otra
vez contemplando en mis ojos los ojos de Emma.
¿Qué diablos hace un poeta en un año indistinto,
en un siglo distinto a una suplica hermosa en la voz de una
rosa absoluta?
Regresa otra vez cuando ya mis jardines no colmen tus manos,
no dejes, mi amor, que el silencio trascienda a lo eterno,
todo el amor cabe aquí en mi regazo.
Tuya siempre,

Emma.




miércoles, 15 de septiembre de 2010

PATRIA O MUERTE


“No lo olvides jamás, Patria mía: la Poesía también habla en prosa”


Hoy, un fraudulento señor ondeará la bandera en la noche del grito. Gritará del balcón: ¡Viva México! ¡Vivan los héroes que han dado la Patria! Y es justamente esa patria, la que escarnece su grito. Yo que me opongo a la pena de muerte declaro con toda fervencia que aquel que traicione a la patria debe ser muerto por balas patriotas. Así que ese espurio que hoy lleva a su boca esos nombres heroicos debiese saber que esos héroes de ser reencarnados dirían de inmediato: ¡Fusilen por Dios a este espurio traidor a la Patria!

La democracia que hoy vive el país es totalmente opuesta al hermoso concepto que Grecia heredó de Pericles. Lo que México vive es un fiasco, un ultraje brutal a los héroes de antaño. Si una vez coexistió el intercambio de espejos por oro, hoy no es diferente. Nuestros bancos son bancos de España; Estados Unidos controla el petróleo e induce siniestros que luego señala.

Vivimos un clima agresivo entre narco y gobierno, dicho de otra manera: brutos vs irracionales.

30 000 muertos y la cuenta crece, y al gobierno le importa un comino, como le importa un sorbete el poner en su boca los nombres heroicos.

Un estado fallido de acción visceral que en lugar de enjuiciar los culpables de niños que han muerto quemados, los recompensa exhibiéndole al mundo su grado de infamia.

La Revolución tuvo un costo de un millón de muertos que hoy son deshonrados. La Independencia mudó su carácter augusto por un miserable anfiteatro.

La Educación está en manos de la oligofrenia.
La Economía es abordada por buitres.
La Justicia Social es regida por seres torcidos.
La Iglesia es un ente dantesco.
La lista es macabra… y es real.

No, Señor Calderón, hoy no celebro con usted el grito ni el bicentenario; porque usted ni siquiera ganó la elección; porque el único grito que inspira un traidor es mandarlo directo al cadalso.

Patria o muerte, Señor Calderón.
Patria o muerte.


¡VIVA MÉXICO!
¡VIVAN LOS HÉROES QUE HAN DADO LA PATRIA!



FLORACIONES


Conocía el corazón de tus ritos temblantes
vigilé hasta tu sed
tu intemperie
el instante preciso en que bajan tus labios al beso del río
Asedié tus costumbres de amar cuando el ojo del alba
rompía el horizonte
Ya no me escribas
Hazme el honor de aflorar mis mareas
Quémame, mata el silencio
pasa a cuchillo las horas perdidas
llueve esta noche tu bálsamo inquieto en mi inquieta intemperie
Soy la mujer que florece en la cama más próxima al bosque
Lo dijiste dejando caer tu amalgama de lunas
Tú eres del clan de las diosas que ultiman de amor
las insomnes almohadas
Te lo dije al saber que eras tú la mujer que temían las palabras
Sé que es posible que nunca amanezca
la madrugada desflora substancias que saben a eterno y
la aurora amenaza volver algún día
Ambos callamos
La noche apretaba sus labios tocando su pubis

sábado, 11 de septiembre de 2010

Para oscurecer de pronto


Prométeme murciélagos,
yo te prometo la noche,
la oscuridad contemplada en un
vaso de cielo mitad nubes blancas,
mitad luz friolenta y mitad lluvia oscura.
Si te he prometido la noche
no sientas temor si las alas del
sol cobran vida y se marchan allá donde
emigran las sombras.
He seguido por siglos los sueños fugaces
montado en estrellas.
Cumpliré a mi promesa,
cumpliré a mi promesa así deba
arrancar con mis manos la
entera ciudad y esconderla en
un copo de nieve a merced
de las rosas.