Tú me insistes diariamente
en ese Cristo al que le hablas,
y lo plantas a mi espalda
porque piensas que me observa;
yo lo he visto parpadeando
y sé que miento, no lo he visto,
y tampoco ciertas noches
me despiertan sus latidos,
no es verdad que yo lo escucho,
son segundos los que laten,
pero insistes, y él no cede,
sólo yo soy el extraño,
soy mi propio edén vacío,
soy mi biblia que he extraviado.
Y qué extraño,
lo compartes aún sabiendo que no quiero,
porque me lo arrojas vivo,
aún herido y aún sangrante,
y aunque quiera yo ignorarlo,
me castigas, me perdonas.
Miro tu boca y no habla,
miro tus ojos cerrados,
y te escucho aún si me besas,
y te niego aún si te abrazo,
no perdones si no quieres,
no compartas, no me libres,
déjame ser lo que he sido,
mi misterio, mis palabras,
deja que muera si muero,
deja que exista si aún vivo,
sólo quiero un poco de aire,
sólo quiero algunos años.
Si camino quiero pasos,
si descanso quiero un suelo,
déjame entonces ser hombre,
ser el error de mí mismo,
y quererte aun con mi infierno,
con mi cielo indefinido.
Ya después vendrán los pagos,
los adeudos de ser hombre.
"Soy el error de mí mismo" Sentir, pensar, Vivir, Creer. Actuar.
ResponderEliminargrandes concepciones de la vida tienes.
Saludos.
Asumir la responsabilidad. Fausto, yo creo también que aunque exista un dios, no deberíamos dejarle todo el trabajo, y vivir teniendo claro que lo que hacemos tiene consecuencias , y somos capaces de enfrentarlas, el libre albedrío....("déjame entonces ser hombre/ser el error de mí mismo")
ResponderEliminarEsto es lo que me inspiró este poema tan fuerte
saludos!! y gracias de vuelta por regalarnos esto
ella sigue luchando por tu salvaciòn
ResponderEliminarMas el Cristo no se esconde
ResponderEliminarSe hace a un lado en tus palabras
Vuelve en viento, vuelve en noche
Y en el día Él te acompaña.
Los errores de los hombres
No debieran ser temores,
Pues quien nos ha dado vida
Nos perdone por traidores.
Si en el fondo del terreno
Quieres mirarte persona
Se ahora tú… quizá el mas pleno,
Pero recuerda la hora.
Si Él sangrante dio su vida
Como ejemplo de su gloria,
No le juzgues sin medida
Ya tendrás también tu historia.
Sigue rogando te deje
Quizá logres convencerle
Vuélvete pues un hereje
Y aun así querrás creerle.
Fue Él quien dijo que en la tierra
No se encontraba su reino,
Reina tú, y hazte una guerra,
Como todo el que gobierna;
Y si eso no te basta
Sigue buscando razones
Tal vez en tantas palabras
Hallaras las soluciones.
Desde cuando se ha existido
Lamentamos ser humanos,
Recurrimos al olvido
Y buscamos lo profano.
Indagamos en lo oculto
Y más bien nos ocultamos,
Pues queremos ser muy libres
Pero libres siempre estamos.
Mas sin embargo recuerdo
Que también es bien sabido
Que dios es verbo divino
No tan solo un sustantivo.
El ser siempre se impone. Ni cortapisas ni empellones, ni moralismos, mucho menos religiones, frenarán un bólido pensante...
ResponderEliminarLa vida se nos impone, ¡a vivirla pues!
Este poema si que me gustó, porque me concede razón.
Un beso, Marta Eugenia.
Esto es simplemente divino!
ResponderEliminarMe encantó el tema!