Al costado de mí
Recostada en la dársena inhiesta
La soledad campanea en el silencio
Soy feligrés de la inmóvil estatua que come mi cuerpo
No hay anestesia en nostalgias sin boca y me
Come en el alma el dolor de desalma
Aquí es donde duele el allá indiferente
Porque basta un suspiro y el árbol de anhelos
Desnuda sus ramas en sueño estampida
Un cirujano segundo ha afilado en el hierro las uñas del
Llanto
Duele también la incisión de las horas
Nace otro yo a mi costado
Pero no entrego así mi costilla
No sin tajarle al badajo del yermo los pétalos agrios que
Ciñen el rojo en la acuosa magnolia
Tu milagrosa magnolia
las líneas que trazasas son un suspiro de jasmines, se siente ese olimpo de sueños que se extinden en cada uso fonetico que completa la estructura sintactica de la enunciación que se encanta cada plabra que me habla ( que habla) de vida, es sentirse emergido en un paraiso donde no se pretende despertar... delicadesa esencia que el aire corrompe para disculpar a esa vida que se le olvida respirar y soñar.
ResponderEliminarMARTA PARRA DE LA FUENTE.
GRACIAS POR HACER SOÑAR.