lunes, 11 de enero de 2010

ALMA DE ALMENDRAS


Me preguntas a mí si las almas de almendra sabrán las
palabras que ayer inventamos
Te respondo que sí
que ellas mismas dotaron de horario al reloj de las sombras
El óleo del día discurre en tu rostro como una obra de arte
Suspiras y entiendes que cada palabra es un lúcido sueño de
un fénix aún virgen
Me preguntas a mí las palabras que ayer inventamos
Las pronuncio una a una como si en ellas volviera a nacer la
memoria que apenas ayer era un flan de vainilla en el medio
del hambre
Dónde inhumamos aquellas palabras de letras inciertas que
iremos a ver ya pasada la vida
Las pronuncio una a una:
gazmandra sarispa azusantu achariel luxamante
Tus ojos evocan sus significados y me hacen temblar la
ilusión de rozar con mis labios la página rota en que
acaba el poema
Hemos estado inventando por horas la orgía de las horas
Eres entonces el único libro en que leo la pasión con que el
tiempo enamora al arcángel terrestre
Las manecillas han sido por siempre la lanza de aquél cuyo
nombre he olvidado
Hoy no me importa si el radio no toca canciones que muevan el
alma
Me he enamorado del péndulo hambriento que vuelve otra
vez a posar su estertor sobre el alma sedienta
No sé si algún día las almas de almendra sabrán las
palabras que ayer inventamos
No sé si estos versos serán recordados pasado el instante o si
en vano transitan
Sólo sé que gazmandra sarispa azusantu achariel luxamante
no son las palabras que ayer inventamos
Porque ayer otra luna ofrendaba su arrope a lengua del lago
Y porque ayer el futuro era un tibio presagio al regazo del cielo
Sólo una pregunta trasciende los siglos
¿Dónde estabas el pasado Pluterday?
Te pregunto y tus ojos se van dilatando a encontrar la respuesta
Puedo escuchar tu silueta perderse en el tiempo como una
espiral que secuestra tus ojos
Dejo que caigas en ese vacío existencial de la cuántica etérea y las
danzas sanguíneas
La canción de la radio repite las mismas palabras que ayer inventamos
Las he pronunciado y tus ojos retornan aquí donde el ovalo abraza el
paisaje
Asomas tu vista a las casas distantes
La calle ha olvidado que debe fingir custodiar a las sombras
Somos transeúntes de un libro perdido
La habitación se despide del resto del mundo y enciende el motor que
nos lleva hasta el punto final de esta página rota


© Fausto Vonbonek

(NOTA: “ ¿Dónde estabas el pasado Pluterday? ” Corresponde al título de la Novela de Ciencia Ficción de Paul Van Herck “Where Were You Last Pluterday?” Editorial Novaro (1973)

1 comentario:

  1. Que hermoso escrito que surge dentro de tus estrofas... que bailan al compás de la mente de poeta...pausadamente, se escurren en dulces melodías escritas sobre la superficie de tus paredes hechas de poesía

    Saludos de Albita

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