Las máscaras abren sus ojos a la medianoche
Ellas buscan el sol como el hombre el idioma
Pero el rostro del sol es escaso
El sol parpadea dos palabras por día
Una al entrar al molino de arena
Otra al salir de su sueño gemelo
Las máscaras ven hacia adentro
Ellas exhiben las caras que el rostro
No atreve a mirarse
Almas fantasmas en busca de espejos
Luz que a tientas pronuncia el sinónimo ocaso
Quién viene y quién va cuando el
Alba es mañana y el rostro de nadie
Enmascara las sombras
Las máscaras ya han despertado
En sueños revuelven los rostros, las voces
Los ojos, el despertar tras los ojos
Amanece, atardece, al final sólo es luz
Apresada en las cuevas del cráneo
