Abril
Necesito abril
Encontrarte por fin en lo inerme del tiempo
Pueden marcharse al molino los meses
Sólo el abril nos desteje sus puertos
¿Para qué obligar al viento?
Mejor esperar el abril en secreto
Desnudar los otros meses
Regalar todas las horas
Tirar calendario a la rambla en cenizas
Necesito el abril que me niega el invierno
Tu boca en sus días, su tiempo en mi cuerpo
Necesito el abril que jamás me promete
Ni un sólo artificio
Ni un sólo embeleco
Ya habrá infinitud que conquiste almanaque
Hoy corro en el tiempo imitando las hojas
Tú marcas la espera
La vena en tu cuerpo que anuda otro abril
A estas almas de octubre
Añoranza... Este poema tuyo, Fausto, me invadió de melancolias y añoranzas.
ResponderEliminarAlgo dentro de mí siente un vacío inmenso, un vacío de tiempo, de vivencias.
Ese abril que evoca algo que fue trascendental y sin embargo sigue estando ahí. La añoranza de algo ausente pero tan presente.
Se sembró en mi una tristeza a medida que lo leía...
Y no es que todo tiempo pasado fue mejor, sino que hay recuerdos imborrables e insuperables, por lo profundos, exaltados, pasionales, intensos, volcanes en erupción!!
Y nuestro Fausto está rememorando un abril (en mi caso sería septiembre) y por eso nos identificamos, pues deseamos que desaparezca el resto del calendario y de alguna manera retorne ese abril-septiembre que hemos vivido alguna vez y que ha quedado anudado al alma.
ResponderEliminarClarice.