Despertar por trinos fue mi despertar,
despertar al duelo de graznar o el habla.
Dormir ayer noche poseyendo un cuerpo,
al clarear con alas despertar planeando.
Despertar sin volar como humano,
trinar en el pecho el orgasmo del alba.
El cuervo de la noche desvanece,
canto natalicio de encender un día.
Quiebra el cascarón de mi memoria,
efímeras las plumas en mis brazos.
No, hoy tampoco volaré,
los trinos canturrean en la ventana.
Cae inasible sobre mí la espera,
como una silla vacía,
como la resurrección de un muerto.
Quiero dormir, y no tengo sueño,
quiero trinar, y no tengo alas.
Tal vez un teléfono apuñale al ave,
el motor de un auto,
el ladrar de un perro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario: