jueves, 30 de septiembre de 2010

Sin... Pecado


Esta manzana es mi boca,
ahora escribo «pecado» y los dioses o el
único Dios son tu cuerpo absoluto.
¿Qué mujer no es el grito de orgasmos que
sueñan sus Evas?
¿Qué mujer no atormenta el Adán que
atormenta su vientre?
Desde aquí te contemplo como una manzana en
un árbol de lunas.
Muéreme entonces,
deja que muera en tu muerte amorosa y
comprenda que es bien el pecar y es impuro el quedarnos.
Muérdeme tú tras morder la manzana y
conviérteme en ti cuando en mí se despierte
el vampiro del hombre.

2 comentarios:

  1. REALMENTE CADA LETRA TEJIDA, FORMA PALABRAS IDILICAS DE DIOSES, SON UN PLACER DESNUDO LEERLAS EN LOS RIACUELOS DEL ALMA, DEJAR QUE EL AGUA LIMPIA DE AMERICA NOS RECORRA HASTA EL DULCE Y ENIGMATICO EXTASIS DEL ABRAZO MUTUO ,SENTIR EN LA PIEL TU PIEL SENTIR EL PLACER DE UN ABRAZO CIEGO
    MAGISTRAL FAUSTO TE FELICITO UN BESO EN LA LEJANIA DEL SUR DEL MUNDO

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  2. Bellísimo, Fausto. El poema interpreta muy bien el ser femenino, donde somos una y muchas al mismo tiempo, con todos los sentires y momentos del ser mujer, en consonancia con el amado. Vale que diga que justamente, en el texto que estoy trabajando, voy en los relatos de la Creación del Hombre y de la Mujer, que culmina en el pecado original. Son textos líricos tan llenos de símbolos y belleza como tu poesía. Tu poema podría llevarme al ¨Cantar de los Cantares¨ Saludos poeta.

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