miércoles, 3 de septiembre de 2008

A la sombra de los libros

Cuando tu mano me tome,
cuando la puerta sea nuestra
y se cierre apartando lo ajeno.
Cuando el mundo quede adentro,
tú y yo solos,
haremos el amor frente a los libros,
lentamente,
como leyendo las hojas cerrando los ojos.
Nos besaremos en cada palabra,
lentamente como el libro más sublime.
No habrá ese frío arrobando en tus uñas
el yugo divino que surque en mi espalda
oropeles de avena.
Procuraré leña y versos que tibien tu boca
y curruquen su amor en mis álgidos labios.
Sí habrá soledad porque soy solitario,
y porque en cada suspiro comparto un
poquito mi mucho vacío. Tú prestarás
soledad a la mía y serán soledades que
atemos tú y yo a un ave fénix inmune a
volver de sus propias cenizas.
Tendré vino tinto amurado a la espita
en su idílica añeja de abrir y librar colibríes
de la jaula escarlata de gris corazones.
Tendré tango eterno que erija un Tzompantli
al burdel de mi pecho de dios orillero.
Habrá tu sonrisa en descorcho de abrazos
pero antes habré de pintar la pared con tus
sueños variando el matiz con mi aroma de letras.
Pescaremos los dos las lejanas palabras
que van río arriba al desove del miedo,
ahogaré tus angustias cerrando mis puños
y luego al abrirlos verás en mis huellas
castillos de rosas.
Serás toda libre envidiada gaviota,
serás luego esclava del beso profundo,
la eternidad... que tú quieras.

2 comentarios:

  1. ¡Qué hermosos son tus versos Vonbonek! Si me permites una indiscreción te podría preguntar ¿En quién o qué te inspiras para escribir pensamientos tan profundos? ¿A cuáles escritores consideras como tus maestros? Te mando un abrazo desde Argentina.

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  2. Vonbonek: Que maravilla. Que profundidad y que belleza
    Tu poema conmueve. Lo leí y lo releí varias veces, degustando cada una de las palabras. Amigo, tu sí que eres Poeta (con mayúsculas)

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